giovedì 2 agosto 2007

Ya en mi casa

Hace unos años dos personitas muy especiales me regalaron El Alquimista de Paolo Coelho. Se trataba de un libro casi mágico para ellos, les había cambiado la vida, decian. Que decidieran compartir conmigo algo que significaba tanto me dejó sin palabras y, a la vez, me descubrió algunas lecciones que en adelante me han marcado.

Forraron su portada y su contraportada con sendas dedicatorias y algo de lo que en ellas estaba escrito refleja perfectamento mucho de lo que siento en estos momentos. Dice así:

"El amor es eterno porque cada dia lleva en sí la eternidad. Si la amistad que has encontrado es pura, no se podrirá nunca. Y podrás volver a ella algun dia. Si todo ha sido un resplandor momentáneo como el estallido de una estrella, no encontrarás mucho cuando vuelvas. Pero habrás visto una gran luz que habrá iluminado tu corazón y sólo eso ya habrá valido la pena".

Cuando me he enfrentado a relaciones dificultadas por cualquier tipo de distancia siempre he tenido en la cabeza estas palabras. Amigos que repiten curso, otros que marchan a otras escuelas o institutos, despedidas despues de unos campamentos o campos de trabajo compartidos, cambios de residencia y horarios incompatibles cuando ya llegamos a la universidad... Casos para todos los gustos que se desarrollaron de muchas formas. En algunos, la amistad ha durado hasta hoy incluso fortaleciéndose. En otras, ha ido decayendo poco a poco aunque sin llegar a desaparecer. Y en los casos que más me apenan, la relación se ha esfumado. Sea como sea, siempre se ha mantenido en mi esa gran luz en forma de recuerdo por lo vivido insiemes. La vida que llevamos la hacen las personas que nos rodean. De ellas aprendemos, junto a ellas reímos y con ellas compartimos. Sufrimos más o menos cuando los caminos se separan, pero mirar atrás y agradecer lo vivido a pesar de que haya terminado ya significa un mundo.

Todos nosotros fuimos a Roma sabiendo a lo que nos enfrentábamos. Partir de la nada en las relaciones personales, vivir un paréntesis en nuestras vidas que podría ser doloroso cuando finalizara. ¿Pero a quién le asustó eso? ¿Y quién pensó en ello? A mi, desde luego, ni me importó ni mucho menos lo tuve en cuenta: cuando descubrí quién podía llenarme, quién valía la pena me tiré a la piscina, como hemos hecho todos. Por ello no puedo más que alegrarme de lo vivido ya llegado a Barcelona, sabiendo que el recuerdo de mi vida Erasmus siempre me hará feliz. Joder, si sólo ahora revisando artículos, mails y fotos se me hace imposible sacarme esa sonrisa tonta de la cara...

Eso no quita, obviamente, que mi deseo y mi ilusión es seguir alimentando lo que hemos creado. No nos carguemos lo que Erasmus ha creado. Vamos a por ello!

Un abrazo,

Pau

2 commenti:

Anonimo ha detto...

Bueno Pau, q decir....me has dejado sin palabras.

Cd os fui conociendo no pense en la importante q podriais llegar a ser...y q espero q lo sigais siendo.
La amistad es cosa de dos, y x parte voy a hacer todo lo posible.

Muchisimos besos!!! CAROL

Anonimo ha detto...

che macanza di te fratello di tutti i momenti pazzi e belli che abbiamo passato insieme
roma sta nel mio cuore anche tu e tutti gli altri
é dificille tornare a casa quando ho trovato un altra casa con voi a roma
un bacio la fratella marisa
ti aspestto a portogallo