domenica 8 luglio 2007

anécdotas y reflexiones.

Amigos cerdos y fratellis, en primer lugar me gustaría mostrar mi orgullo de pertenecer a una comunidad de cerdos - dispares, es cierto, pero cerdos al fin y al cabo- que quiere mantener el contacto. Espero que este instrumento sea utilizado por cada uno de nosotros con frecuencia y que sea combinado con encuentros varios tanto a Madrid como a Barcelona. Pero no quiero daros la lata con introducciones banales. Me gustaría intentaros transmitir que todavía nos queda mucho por aprender en el mundo de la cerdez. Y a los hechos me remito: Resulta que la tarde del pasado viernes decidí pasarla en la playa de Ostia con Irene y compañía. Recalamos en la playa número 8, la cual a priori no parecía que tuviera ningún tipo de peculiaridad. Pasamos la tarde jugando al frisvi con Andy, charlando, etc. Nada extraño hasta que vimos un hombre en pelotas, lo que nos hizo pensar que a lo mejor nos encontrábamos en una playa nudista. Luego vimos que el hombre que teniamos al lado tampoco llevaba bañador. Éste nos miraba. Empezó a tocarse, y finalmente se la empezó a cascar. Repugnante. En ese momento el primer hombre que habíamos visto empezó tambien a animarse. En ese momento pensé que aunque seamos cerdos, nunca me gustaría llegar a este nivel. No me gustaría acabar así. Es una anécdota que me hizo pensar que nuestra querida cerdez no puede ser ilimitada.
Cambiando de tema, hoy abriendo archivos antiguos he visto una foto del principio del Erasmus (muchos de vosotros no estábais), de las primeras fiestas cuando todavía ibamos a testaccio y a donde fuera falta con tal de conocer gente. Y he visto gente que ya se fué en febrero. He pensado que han cambiado muchas cosas desde entonces. El ver esa foto me ha hecho remover el polvo de una rutina que ya no está, caras de gente cambiadas. Lo que era nuevo poco a poco se ha ido adotando o eliminando y he pensado que eso me puede pasar con mas intensidad cuando el erasmus sea ya solo un recuerdo. En fin, que a uno se le acaban 10 meses de su vida y se pone melancólico...

Un abrazo a todos!

Joanín.

PD: als que encara sou aquí aquesta setmana que ve havia pensat de fer una petita ruta nocturna per Roma amb una ampolla d'alcohol sota el braç. Ja em comentareu si us hi apuntarieu! :-)

2 commenti:

Anonimo ha detto...

Joder, Joan, que imagen...
Yo tampoco quiero terminar asi. Pero tampoco en la esquina de un bar donde ya me pone "lo de siempre". Nuse, me da cosa y me ha venido a la cabeza. Sigue diciendo!

Pau

cerdo.bargas ha detto...

Ha dicho y punto. Lo necesitaba Joanin

(pero hay cosas que solo te pueden pasar a tí jejejejeje)

Álvaro