sabato 7 luglio 2007

Llegan los amigos de Pau

Os anuncié que venían Asier y Pep y que llegaban con ganas de juerguini. Dos noches de fiesta, la primera en la playa y la segunda en casa de Mariana por su cumpleaños. Joanín puede dar testigo de la primera y Jordi y Sabier de la segunda. Entre medias, la absurdez más hilarante y, obviamente, nada de estudio, pero eso es otro asunto.

Primera noche.

Cenamos en casa con prisas, porque dependemos del último tren a Ostia. Lo perdemos pero por lo menos vamos bebidos. Llama Joanín y me comunica que él está igual. Seguimos bebiendo y, por fin, podemos ir a Ostiense. En el tren, Pep y yo meamos por la ventana. En el intento, Pep se moja todos los calzoncillos. Esto tendrá consecuencias divertidas más adelante.
Una vez en San Paolo, semiperdidos, encontramos una de esos palos de hierro con final con cacho de cemento dónde se ponen señales de tráfico provisionales. Entre los cuatro (las visitas, mi fratello y yo mismo) lo pillamos cual ariete e intentamos percutir con él una parada de bus. No podemos con ella pero los rebotes nos destrozan los muslos (moratones y contusiones dan fe de ello). Sigue el camino y se nos cruza una valla de la policia. Asier la lanza por encima del muro de San Paolo. En dos segundos, de forma igualmente primitiva, se colgará del tenderete dónde le habían timado por la tarde y el toldo acabará cediendo. El rastro de destrucción a nuestro paso ya es evidente.
Diviso unas carpas de plástico en el parque. “Pep, las volcamos”. Pero antes, en el vallado que lo protege, todo de banderas comunistas. Robo una y tenemos que correr porque Pep avisa de que nos persiguen. Así, un hombre ondea una bandera mientras corre y tres energúmenos le siguen gritando eufóricamente. Andrea, la parienta de mi hermano, debe estar muy cansada de la vida en general.
Volvemos a perdernos, aunque contactamos con Joanín. Pep me roba la tela de la bandera y se la pone de pañal. Él estará toda la noche con ella puesta y yo ahora ondeo sus fétidos calzoncillos meados con el palo. Por el camino al appuntamento, oímos por una ventana un hombre gritándole a su mujer. Empiezo a hacer ruidos desagradables con la boca y, finalmente, consigo que se asome. Empiezo a increparle (figlio de la porca puttana, lasagna cuatro formaggi di merda, vaffanculo, fetuccini, canelón relleno de mierda, manjami los zambrottas…) y se cabrea. Pep me confiesa que le asusté. Seguimos con el camino, pero al poco decidimos volver. Con los calzoncillos por estandarte corremos cual guerreros espartanos contra el villano. Picamos a su ventana y seguimos a gritos. El puto espaguetti pasa a modo escupidor. Asier se convierte en superguerrero y se lanza a por él a pesar de los barrotes. El otro está acojonado se aparta de la ventana. Puto maltratador.
Joanín aparece en nuestras vidas. Viaje en autobús nocturno con la fauna de siempre: locos, gente que huele, un sabio y borrachos. Bebemos el vino de Joanín.
Ya en la playa, poca gente. Placo a Pep en la arena. Tiramos las sillas de plástico al agua. Al poco tiramos también una sombrilla. Viene seguridad. Pep y Asier conocen a Melendi. Pep se abre los pantalones por la entrepierna (mucho) haciendo una carrera pingüina y ahora asoma media bandera. Por lo demás, sólo recuerdo despertarme con toda la cara pintada de perfilador de ojos. Mis cuatro invitados se quedan con el recuerdo agradable de dos personas en especial: Diana y Joanín. Dios los cría y, de una u otra forma, ellos se juntan.

Segunda noche.

Todo empieza bastante antes de entrar en casa de Mariana. Por la tarde, sin mi hermano y la cuñada, que hacen el turista, jornada cafetil: decidimos comprobar qué pasa si bebes mucho café. Bebemos 8 tazas cada uno. También té negro. Hacemos espaguetis para la fiesta. Pep y yo merendamos espaguetis. Mi compañero de piso es gilipollas, gilipollas, gilipollas, ultragilipollas. El café hace efecto y estamos excitados, aunque a mi me ha destrozado el estómago. Nos ponemos cazerolas por sombrero y chocamos las cabezas con ellas (con carrerilla por el pasillo, obviamente// todo filmado). Pep y Asi esnifan café. Se meten un espagueti por la nariz intentando que les salga por la boca. Asier lo consigue. Da mucho asco. Adquirimos hipervelocidad en el habla. Pep se mete un euro por un orificio nasal.
Llegamos tarde a la fiesta. Estamos de risas con Jordi en la cocina. En algún momento, Miguelín (Pep le llama Mumbrú) advierte de que es San Fermín. Empiezo a cantar todo lo fuerte que puedo y dando puñetazos al armario: “A San Fermín pedimos, por ser nuestro patrón, nos guíe en el encierro, dándonos su bendición”, “Uno de enero, dos de febrero…”. Empieza a llegar gente a la cocina, dónde estamos. Golpe de cazerolas. Bebemos directamente del cubo de sangría. Andrea y Mariana también. Mariana empapa el vestido de alcohol y le da igual. Pep y yo partimos una sandía con un golpe de cabeza simultáneo (está registrado por Mary J., intentaré colgarlo en Youtube). Cargo a Mariana en el hombro cual cromañón, la llevo hasta la terraza y la tiro a la piscina. Me tiran a mi. Pep me sigue. Después Asier. Miguelín, Andrea, Zuri, Savier, Miguelón y el gran Igor. Mariana hace un guaraná a los que estamos en la piscina. Placo a Miguelón. Él se venga levantándome por encima de la cabeza y dejándome ir contra el agua a lo bestia. Igor se lanza en plancha y se da con las rodillas contra el fondo: es un animal (y además, hace dos semanas que sale todas las noches). La fiesta está absolutamente desatada.
Pep terminará con la minifalda de Pili y la parte de arriba del bikini de Andrea. Mariana se quita el vestido y, de una ostia que se mete contra el suelo, tiene un chichón de campeonato. Los vecinos nos tiran bacalao congelado desde sus balcones. Pedimos más. Alguien se lo mete en la boca imitando a Gollum. Devuelvo el bacalao a los balcones con violencia. Tiramos la sandía en la piscina, nos la comemos y la rematamos. Savier revienta trozos de sandía con la testa. Pep vé la taza de váter rota y se pone la anilla de collar hasta que le recuerdan que ahí mea la gente. Asier me pide que le estampe la tarta de cumpleaños en la cara. Lo hago (también hay foto). Pep le dice guarradas a una italiana y ella se ríe, inocente. Pedimos a gritos (literalmente) que venga la poli.
Finalmente, vienen y nos echan. Pep se asoma con la indumentaria antes descrita. Llora sobre mi hombro y los polis no saben dónde mirar. Propongo simular una pelea pero me censuran. Todos a la calle y fin de la fiesta.

Mimitos,
Pau

PD: Acaban de marchar a Barcelona Pep y Asi. Os mandan un saludo a todos los Erasmus que han conocido y estan muy agradecidos por la acogida.

6 commenti:

Anonimo ha detto...

Q decir de los amigos de pau? algo de ellos habia conocido en Barcelona...pero no en su maximo esplendor.
Yo quiero resaltar como sin tener ni puta idea de italiano se hicieron amigos de unos en la fiesta en la playa (melendi y compañia) q tampoco hablaban español. Despues de tenerme un buen rato como interprete e intentar cambiarme por porros con el melendi,ya les deje q vi se q las apañaban solos. supongo q la fiesta les sabria a poco pq ambos seguian con cuerpo de fiesta...
Por fin he averiguado pq a pep le asomaba una bandera por los pantalones y llevaba unos gallumbos por pulsera...

bueno pues un saludo q todos los cerdos q lean esto, seguid asi!

Diana.

cerdo.bargas ha detto...

que grande fratello!!!!
vaya fin de setimana que se tuvieron que pegar tus colegas...
que envidia me dais!! le enseñare lo que has escrito a mis amigos aquí, para que vean como nos las gastamos los erasmus..

pd.. si os acordais de donde vivía el puto maltrador de mierda, tenedlo presente, porque como hagamos una visita juntos a Roma en años venideros habrá que hacerle una visita... y patearle la puta testa!!!! con las ragachas no se juega.

Jordi ha detto...

la segunda fiesta fué brutal!! una fiesta con un sinfin de anécdotas, entre ellas una de muy buena: Igor intentando arrancar literalmente, la taza del WC;
-Igor pero que conyo haces?
-joder ami me han dicho que podia destrozar el piso y no me lo hago repetir!
Verlo para creerlo...

Anonimo ha detto...

Me l'ho passato molto bene vedendo una vero festa erasmus dal mio balcone. Era già ora che questo blocco di piani si azzardasse un po'.

Esta frase es absolutamente real. Se la dijo una vecina vieja a la portera de Mariana.

Anonimo ha detto...

Hola a todos los cerdo@s!!!ya se q esto estaba destinado a cerdos sola, pero no os engañeis...sin las cerdas no podeis vivir!!!

respecto a la fiesta mariana no os puedo dar muchas anecdotas, comentarios y demás, debido a un pequeño vacio mental......xq será??
pero xa la proxima me llevo boli y papel y os detallo todo!!!

muchos besos xa todos!!!

Carol

Dani largo ha detto...

La fiesta esa en casa de Mariana, podría entrar en el ranking 3 de las mejores fiestas de la historia de Erasmus. Por eso me jode más habermela perdido.

Es que era burrada tras burrada!! Digna para ser grabada y enseñarla a tus futuros hijos para demostrarles que tu también cometías locuras jejeje

Un abrazo muy fuerte a todos